Parábola del viejo y el joven

Entonces Abram se levantó, cortó leña y se fue,

y tomó consigo el fuego y un cuchillo.

Y mientras permanecían ambos juntos,

Isaac, el primogénito, habló y dijo: Padre mío.

Mirad los preparativos, el fuego y el hierro,

Pero, ¿dónde está el cordero para este holocausto?

Entonces Abram ató al joven con cinturones y correas,

y construyó allí parapetos y trincheras,

y levantó el cuchillo para degollar a su hijo.

Y he aquí, un ángel lo llamó desde el cielo,

diciendo: No extiendas tu mano sobre el muchacho,

ni le hagas nada. Mira,

un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos;

ofrece en su lugar al Carnero de la Gratificación

Pero el anciano no quiso, sino que degolló a su hijo,

y a la mitad de la descendencia de Europa, uno por uno.