Todavía hay polvo

Déjalo, déjalo.

Ha de borrar más señales.

Déjalo.

 

Mañana habra más

habrá más.

Pero tiene que estar,

y tapar y sellar.

 

Hoy se ha llegado.

Ya no se ven las huellas del gato.

Dejémoslo así, bien fino.

Como un tapiz de aire y de lino.

 

Luego sí podremos

escribir lo que queramos

y no ver las señales

grabadas por accidente.