1. ATAVIADO ME ENCONTRARÁS…
Anónimo siglo XVI
Ataviado me encontrarás,
gentil Joana,
con el carbón que he vendido
esta semana.
Ataviado me encontrarás,
con un giponcillo de gasa,
gentil Joana,
con el carbón que he vendido
esta semana.
2. CUANDO LLEGA LA NOCHE…
Anónimo siglo XVI
Cuando llega la noche
los pájaros reposan;
no lo hacen mis ojos,
que dormir no pueden;
viven en tristeza
hasta el día claro.
Pues, galante doncella
¿por qué me hacéis penar?
3. NO PUEDO DORMIR SOLITA
Anónimo siglo XV
No puedo dormir solita, no.
¿Qué haré, desdichada,
si no se me pasa?
¡Tanto me atormenta el amor!
¡Ay, amigo, mi dulce amigo!
Esta noche os he soñado.
¿Qué haré, desdichada?
Esta noche he soñado.
que os tenía en mi cama.
¿Qué haré, desdichada?
¡Ay, amado, mi dulce amado!
Anoche os he soñado
¿Qué haré, desdichada?
Anoche he soñado
que os tenía en mis brazos.
¿Qué haré, desdichada?
4. ME LEVANTÉ TEMPRANO
Pere Serafí, Barcelona segle XVI
Me levanté temprano
y me fui solita
y entré en mi jardín
-de mañanita,
el aire dulce le hace reir-
a coger la violeta.
¡Ay, desdichada!, ¿qué haré
ni qué diré?
¡Válgame Dios que mal estoy!
¡Es el amor que me atormenta!
A mi dulce amado encontré
dormido sobre la hierba.
Se despertó diciendo así
-de mañanita,
el aire dulce le hace reir-
si quiero ser su amiguita.
¡Ay, desdichada!, ¿qué haré
ni qué diré?
¡Válgame Dios que mal estoy!
¡Es el amor que me atormenta!
Yo le respondí que sí,
pero que no se supiera.
¡Ay! jamás sentí tanto placer
-de mañanita,
el aire dulce le hace reir-
que quedé consoladita
¡Ay, desdichada!, ¿qué haré
ni qué diré?
¡Válgame Dios que mal estoy!
¡Es el amor que me atormenta!