Los textos de las tres primeras canciones de la recopilación son de autoría anónima y se corresponden a finales del siglo XV y principios del XVI. La cuarta canción es de Pere Serafí. A partir de estas fechas, la poesía catalana empezará a declinar a causa de la creciente influencia del castellano.
Las cuatro canciones tienen el denominador común del flirteo amoroso, las dos primeras desde el punto de vista de un narrador masculino y las otras dos de la mujer.
Abillat me trobaràs... (Ataviado me encontrarás... ) (siglo XVI)
"Ataviado me encontrarás, con un giponcillo de gasa". El joven explica a su amada que le encontrará con el cuerpo sólo cubierto con el polvo del carbón que ha vendido durante la semana."
Quan ve a la nit... (Cuando viene por la noche... ) (siglo XVI)
"Pues, galante doncella, ¿por qué me hacéis penar?" Un joven enamorado evoca a su amada y lamenta su displicencia.
No puc dormir soleta... (No puedo dormir solita...) (siglo XV)
"Soñado os he esta noche que os tenía en mi cama[...] que os tenía en mi brazo". Una doncella se lamenta y expresa su deseo de acostarse con su amado.
Pere Serafí (Chipre?,1505/1510- Barcelona,1567)
Conocido como "Lo Grec", es uno de los últimos poetas destacados del Renacimiento catalán. Escribe poesía amorosa y moral, influido por las formas italianas y el petrarquismo. Reivindicó el uso del catalán en la poesía en un momento en que el castellano empezaba a imponerse. También fue un reconocido pintor.
Si em lleví de bon matí (Si me levanté por la mañana), la cuarta canción, es un poema de marcado acento erótico, narrado desde el punto de vista de una joven que expresa su amor y sugiere la seducción y la culminación de su deseo amoroso. Varias figuras poéticas hacen referencia al deseo carnal:
Aní-me’n tota soleta, i entri-me’n dins mon jardí, (Fui toda solita, y entré en mi jardín), metáfora del cuerpo femenino o de la "penetración" iniciática de la sexualidad.
Per collir la violeta, (a coger la violeta), símbolo de la discreción o del amor secreto.
Si vull ésser sa amieta, (Si quiero ser su amiguita), la invitación al amor.
Jo li’n respongué que sí, (Yo le respondí que sí), aceptación de la seducción.
tant pler mai prenguí [...] que restí consoladeta, (Jamás sentí tanto placer [...] que quedé consoladita), culminación del acto amoroso..